Hoy, que estoy particularmente triste, me doy cuenta que estoy en una sintonía resonante con la mayoría de la gente en la calle y en el transporte.

A veces cuando me enojo me llego a sentir parte de una corriente similar que las benditas artes marciales me ayudaron a capotear.

La ciudad es un lugar muy triste y gris aún la ciudad hermosa y llena de árboles. La ciudad es una tragedia del individualismo y la ambición convertidas en brújula y timón del barco del ego.

Ya me habían dicho los honguitos que iba a necesitar melancolía para volver a escribir. Igual que necesitamos estar tristes para funcionar en el mecanismo metropolitano. Así, al son de la melancolía la ciudad entera, su música, su ruido y su las dos cosas suenan a tono.

Todas las personas de esta ciudad estamos tristes gravemente tristes. Si nos llegamos a sentir un poco mejor solo necesitamos recurrir a un poco de píldoras, notícias, redes sociales o alcohol para entonamos al bajón generalizado.

Sigo vivo, sigo atento y observando con el tiempo. Esa extraña enfermedá inclasificada. Que te afecta muy deprisa, que te quita la sonrisa. Cuyo síntoma es que ya no importa nada.

Estamos viviendo una epidemia de crisis emocionales y mentales (omito por no discutir lo que serían las consecuencias de la somatizacion) que está destruyendo a buena parte de la humanidad.

Resulta que podemos decidir qué es natural pero hay que tener el valor, claro que la posibilidad de liberarnos de algo tan asqueroso como un apellido puede hacer más tentador el salto.

Me imagino que podría parecerse a tomar ayahuasca, no es fácil, implica sus esfuerzos y existe un cierto comfort en dejarse llevar por el mar de caca pero también sabemos que podemos liberarnos.

Bien ahí por Dopazo, y por todas las personas que liberemos nuestra vida dando el Dopazo y sacándonos la carga del legado.

Casi nadie puede reclamar una ascendencia santa y si sí seguro que son fachos, a la mierda el pasado o como decía mi amado Billy Blake, «pasa el arado y el carro sobre los huesos de los muertos».

De la Cabeza de Etchecolatz también saldrán plantitas.

http://blakearchive.org/images/mhh.a.p7.100.jpg

Por amor al arte y porque nadie duda que ahí estaría el ex padre, recordemos los Proverbios del Infierno:

En tiempo de sembrar aprende, en cosecha enseña, en invierno disfruta.

Pasa tu carro y tu arado sobre los huesos de los muertos

El camino del exceso lleva al palacio de la sabiduría

Prudencia es una criada rica y fea cortejada por Incapacidad

Quien desea pero no actua desarrolla pestilencia

El gusano partido perdona al arado

Sumerge en el río a quien le gusta el agua

El tonto no ve el mismo arbol que ve el hombre sabio

Aquel cuya cara no da luz nunca se convertirá en estrella

Eternidad está enamorada de las creaciones de Tiempo

La abeja ocupada no tiene tiempo para deprimirse

Las horas necias se miden con el reloj, pero las de la sabiduría ningún reloj puede medirlas.

Toda comida completa se obtiene sin red ni trampa.

Saca número, medida y peso en año de carencia.

Ningún ave vuela demasiado alto si asciende con sus propias alas.

Un cadaver no cobra venganza de sus heridas.

El acto más sublime es poner a laguien antes que a ti.

Si el tonto persiste en su tontería se hará sabio.

La demencia es el disfraz del patán.

La verguenza es el disfraz de la soberbia.

Soft weapons are machines of war that use empathy to cause repressive pain on our emotional beings through self inflicted suffering. As most ideological structures of control, it works best when all its constructive elements are so blurred that they seem eternal and natural.

An archaeology of the techniques of repression that sustain the current model of gender through the necropolitics of sex, allows us to recover the logic of old school feminists that woman and femininity are inventions of the patriarchal system. Woman and dependence are perquisites for the construction of a monogamic matrix where all society is forced to take a functional place to prevent the suffering of the others.

Empathy can be weaponized to force people to do things like work, marry and self-censor

Del 80% de la humanodad que vive en ciudades la mayoría actúa con #prejuicios horribles hacia la gente, por ejemplo con los #generosdivergentes pero en el mes del #orgullo recuerdo con amor a Jane Austen que riendo del modelo victoriano que aún no se globalizaba nos recordaba que el orgullo y el prejuicio son trama y urdimbre de la red de represión y normalización del panóptico Urbano

Bueno Carmen antes que otra cosa es amarillista.

Nadie puede negar que hace investigación.

Yo creo que el problema es que no estuvo dispuesta a cuestionar sus posiciones de poder y privilegio.

Es muy fácil, como en este post, empezar a tirar declaraciones estridentes sobre los temas de moda para llamar la atención. Luego además hay muchas formas de decir las cosas que tienen intenciones detrás.

Por otro lado, aunque puedo tener muchos cuestionamientos para otro momento sobre la estructura de su multimedio, fue de éste que salió la investigación de la casa blanca y aguantaron sostener la nota que ya está teniendo consecuencias legales. Además de que se defiende de los poderes mataperiodistss de este país.

El asunto de que Carmen haya sido una gran jugadora política, econômica y mediática durante 26 años no está a discusión pero lamentablemente y como Carmen misma declaró en 2018 ella y AMLO tendrían que guardar una distancia profesional durante el sexenio.

Lamentablemente sin la consulta y guía del peje y sin la 4t cómo brújula Carmen reveló la inclinación aristocrática que ya le conocíamos y con los tres años que ham transcurrido la dirección de su poder ya es evidente, le gustan la inequidad y el privilegio o, cómo a tantes, las comodidades que pretenden ofrecer.

Llegó un punto en el que no lo aguantábamos más, el virus lo hizo todavía más evidente porque no nos dejaban trabajar y nos teníamos que encerrar. Pero sabíamos que se podía hacer.

En realidad nadie tuvo la idea cada quién empezó a aprovechar su tiempo como podía algunes pensando más en el dinero o en el sabor otres más en lo social, las redes sociales, el desarrollo social cada quién sabrá. Mucha banda mamona dirá que lo hicieron viral y te mostrarán un tuit o un post, pero la idea es milenaria y siempre fue global. la neta no tiene un punto preciso de inicio ni un momento clave, y la gente que lo trató de centralizar fue la primera en caer bajo la represión.

Pero clandestinamente cada vez se regalaba más pan, la gente recogía verdolagas de las banquetas y compartía condimentos de balcón. las pizzas recorrían de puerta en puerta los edificios de departamentos y la gente no se atrevía a decirlo, pero lo sabía.

Fueron sobretodo cocineras, desempleadas porque cerraron las fondas y los comedores para oficinistas, que empezaron a buscar alternativas y a ocupar su tiempo libre haciendo lo que hacían poco a poco el efecto fue masivo y aún así invisible.

Sin darse cuenta, nadie en toda la ciudad tenía que pagar por comer y eso era lo de menos. La gente ya no peleaba tanto, ni lloraba tanto, lo más impresionante fue cómo se nos quitó el miedo, a la gente que hacía poesía y no la podían amenazar con la vieja historia de ¿y de qué vas a comer? Ni se veía como aprovechada a la gente que comía sin pagar porque todo el mundo lo hacía.

Lo más impresionante fue cómo se quitó el miedo, y cómo dejó de tener sentido esclavizarnos por dinero.

Fotografía de Jacson Correia; en el desierto de San Luis Potosí, a la Izquierda arbustos de gobernadora, a la derecha el terreno preparado para un emprendimiento agroindustrial.

El sagrado territorio de Anahuac contiene muchos ecosistemas diversos; en cada uno de ellos podidemos ver con alegría lo hermosos que son nuestros lugares espirituales, cómo su espíritu los mantiene vivos y cómo esta esta vitalidad refleja la profunda belleza de la energía del lugar. Desde los bosques de coníferas del altiplano occidental hasta las mesetas semiáridas del norte del país, pasando por los bosques de ocotes y encinos del noreste del valle de Anahuac; soy testigo del amor que buena parte de lxs habitantes de cada ecosistema tienen por su entorno y por las vidas que se desarrollan ahí.

También he visto cómo cada ecosistema nos pide que nos comportemos de una manera distinta y nos enseña a adaptar nuestras actividades humanas a las condiciones en las que nos encontramos. Cómo nuestras culturas y hábitos se adaptan día a día a las condiciones físicas y biológicas que rigen en cada territorio y cómo estas adaptaciones sociales nos permiten desarrollarnos junto con la vida de los lugares. He aprendidio poco a poco que ajustar nuestras actividades y hábitos de acuerdo con el lugar donde estamos es una estrategia de adaptación para que estos lugares nos enseñen cómo, con atención y ciudado, podemos resolver nuestras necesidades inmediatas donde quiera que nos encontremos. Cada día estoy más convencido de la sabiduría de nuestra madre tierra y de las vidas que nos regala.

En cada uno de los lugares que he visitado he tenido también que enfrentar la dolorosa realidad del colonialismo extractivista. He escuchado en cada ecosistema testimonios de abuso y devastación que me desgarran el corazón. Vivir y atestiguar la belleza y diversidad de estos territorios viene aparejado a vivir y atestiguar su depredación.

Bosques de ocotes centenarios destruídos para implementar emprendimientos aguacateros, pinos y encinos arrancados de a miles para saquear la grava sobre la que crecieron y las valientes y poderosas plantas del altiplano destrozadas hectárea tras hectárea para poner invernaderos y pastizales ganaderos. Lagunas silenciosas, llenas de vida, invadidas de un año a otro por las algas que acaban con todo el ecosistema acuático a consecuencia de las toneladas de fertilizante que asolvan a ellas, con las lluvias, desde los nuevos cultivos industriales.

Es muy triste vivir y sentir esta devastación y es muy fácil culpar a la gente que trata de obtener recursos para sobrevivir en esta voraz sociedad global a través de estos desarrollos extractivistas. Es mucho más difícil hacer algo al respecto y reconocer que no es la gente del lugar, que es la que me ha enseñado lo dolorosas que son estas actividades destructivas, la que sostiene la devastación de nuestra madre tierra.

No es suficiente ponernos en modo CSI y buscar quién taló las hectáreas de ocote para poner aguacates, quién pasó el tractor sobre el ecosistema prístino para sembrar jitomates o quien vendió sus terrenos a la minera. Es mucho más angustiante y doloroso hacer lo que todxs sabemos que lxs investigadoxs de la tele no quieren hacer, porque llegarían a encontrar que la responsabilidad recae en quienes vemos las series; seguir el rastro del dinero. A nadie nos gusta que (como va a hacer este post) nos recordemos que somos lxs consumidorxs lxs que pagamos la gasolina de los tractores y las motosierras, que cuando vamos al super y al mall estamos promoviendo esta devastación.

De acuerdo a los datos de la CIA, más de la mitad de la población humana del mundo vivimos en ciudades (55.3% en 2018) y en el territorio entre los muros del río usumacinta y el río bravo es aún peor, más del 80% (80.2 en 2018) de la población dominada desde el palacio de gobierno de la Ciudad de México vive en ciudades y esto aumenta más del 1.5% cada año. La enorme población urbana que somos sostenemos día a día, con nuestros consumos, esta devastación que, gracias a las enormes cadenas de distribución, no alcanzamos a ver en el momento de financiarla. En las ciudades no producimos alimentos ni recursos naturales, nos dedicamos exclusivamente a consumirlos y transformarlos (sobre todo en basura) y los 4.1 mil millones de personas (el 55.3% de lxs 7.5 mil millones de habitantes del planeta) que vivimos en las ciudades necesitamos que nos traigan todos los días agua, comida, minerales, textiles y todos los productos cuya fabricación es la causa última de la devastación de nuestros ecosistemas sagrados.

Podemos cambiar este modelo y evitar seguir arrasando la superficie de nuestra madre tierra. No se trata, como nos hacen creer las organizaciones fascistas que controlan la comunicación masiva, de masacrar a millones de personas para que la población sea sostenible, no se trata tampoco de crear pequeñas reservas donde esté prohibida la humanidad; se trata de aplicar nuestros conocimientos y todos los recursos materiales y culturales que ya hemos desarrollado para promover un modelo de vida que no justifique la destrucción de nuestra madre tierra ni nuestra autodestrucción.

Sé que parece imposible o extremadamente complicado, pero esas 15 mil millones de manos que tenemos podemos reforestar el planeta antes de que se acabe el año, esos millones de carteras que hoy en día usamos para pagar por la devastación podemos ponerlas a pagar un precio justo por productos producidos con cuidado y amor; más cerca de donde estamos para envenenar menos nuestro aire, producidos sin explotación para no contaminar nuestras almas y con las ecotécnias que nuestrxs hermanxs han desarrollado durante miles de años para que la producción regenere nuestras tierras en lugar de devastarlas.

Las alternativas están ahí, incipientes en la mayoría de los casos pero también fuertes y diversas, cada vez que elegimos usar nuestro poder de compra en ellas estamos fortaleciéndolas, desviando los flujos financieros que pagan la destrucción hacia flujos de dinero que le permiten a quienes practican la alternativa en su vida hacerlo con más impetu y menos sufrimiento.

No se trata de comprar productos orgánicos producidos con la esclavitud de nuestrxs hermanxs, porque para el modelo extractivista no hace diferencia que lxs esclavxs inmigrantes al gabacho empaquen y cosechen una variedad u otra de jitomate, no se trata tampoco de ser veganxs de Walmart, hoy en día varios mercados veganos son parte de la misma cadena de destrucción que evita el sufrimiento de lxs animales de granja a cambio de mayor maltrato a las personas que producen varios productos. Pero sobre todo, no se trata de un cambio que podamos restringir a un nivel personal; se trata de regenerar nuestras redes sociales y las interacciones no monetarias entre las personas. Se trata de elegir qué hacemos y cómo, de esforzarnos por ser conscientes de lo que implica. Se trata de que mientras en el resto del mundo sigan comprando los aguacates no va a dejar de haber alguien que pague por la tala de nuestros bosques y por la destrucción del lago de Texcoco para poder mandarlos a Japón.

#YoPrefieroElLago que es tierra sagrada y fuente de vida para el territorio en el que vivo. Yo prefiero el lago porque nuestra madre tierra lo creó así y porque con sus flujos alimentó la vida y la cultura de las generaciones anteriores, que nos dejaron las tradiciones y culturas que nos ofrecen una esperanza de vida y amor para el nuevo milenio.

Para que el lago y los territorios Acolhuas en resistencia puedan permanecer tenemos que detener este aeropuerto. Pero los intereses que pagan por él no están en Atenco ni en Chicoloapan, no es porque la gente de estos territorios es pobre que los están destruyendo, es porque la gente en Asia, Europa y EEUU es rica que lo paga con sus viajes a Cancún y sus compras de aguacates y de jitomates producidos a costa de nuestros territorios. Cuando cambiamos de celular y compramos uno que tiene una batería hecha con suelos robados a Michoacán y cuando consumimos por internet las pendejadas que mantienen ricxs a lxs ricxs también financiamos, sin ser conscientes, el aeropuerto de muerte.
No podemos dejar de comprar comida en la ciudad porque no podemos sobrevivir tanto tiempo sin comer, no podemos tampoco simplemente abandonar internet porque seguiría ahí y controlado aún mejor por lxs dueñxs del dinero, pero las alternativas están ahí, incipientes en la mayoría de los casos pero también fuertes y diversas. Cada vez que elegimos usar nuestro poder de compra en ellas estamos fortaleciéndolas, desviando los flujos financieros que pagan la destrucción hacia flujos de dinero que le permiten a quienes practican la alternativa en su vida diaria hacerlo con más ímpetu y menos sufrimiento.

Granjas permaculturales a pequeña escala dentro y fuera de las ciudades, prácticas culturales que no requieren de la explotación humana para sostenerse, métodos de sanación armónicos con nuestra totalidad holística, que no priorizan las utilidades de las farmacéuticas; modelos no autoritarios de aprendizaje y organización y sistemas de consumo alternativos como la cooperativa la imposible son parte del cambio que cada día crece a nuestro alrededor para que, si prestamos atención, podamos cambiar la estructura detrás de nuestros consumos sin necesidad de enormes esfuerzos físicos. Valoremos que cada vez es más fácil encontrar artesanxs que producen con atención y cuidado alternativas a las que venden las cadenas de opresión y de muerte y paguemos más por ese valor subjetivo que por el hecho de que la cajera de superama no tiene permiso de regatear.

Si nos organizamos podemos todo y cada quien por su cuenta no hemos logrado hacer nada. Seamos el cambio que queremos vivir en el mundo y recordemos que en este mundo necesitamos caber todxs lxs que somos.

[English:] On Avocados, tomatoes and tractors

 

The sacred territory of Anahuac contains many diverse ecosystems. In each one of them, we can witness with joy how beautiful our spiritual places are, how their spirit keeps them alive and how this vitality reflects the deep beauty of the energy of the land. From the pinewoods of the western plateaus through the pine and oak woods of the northeaste of the Anahac Valley, I have witnessed the love many of the inhabitants of each ecosystem have for their environment and for the lives that develop in it.

I have also seen how each ecosystem demands for us to behave in a different way and teaches us how to adecuate our human activities to the conditions we are in. How our cultures and habits adapt daily to the physical and biologic conditions that rule in each territory and how these social adaptations allow us to develop along the life of the different sites. I have learnt, slowly, that adjusting our activities and habits according to the place we are in is a strategy to allow these places to teach us how, with, attention and care, we can solve ourimmediate needs wherever we are. I am more convinced everyday of the wisdom of our mother earth and of the lives it gifts us with.

In each of the places I have visited, I have also had to face the painful reality of the extractivistic colonialism. I have heard in each ecosystem accounts of abuse and devastation that tear my heart. Living and witnessing the beauty and diversity of the territories comes along living and witnessing their destruction.

Centennial pinewoods destroyed to start avocado developments, pines and oaks torn by the thousands to steal the gravel they grew in and the brave and acres of the powerful plants of the plateaus rampaged to build greenhouses or feeding grounds. Quiet lagoons, brimming with life, invaded in a single year by algae that end up choking the whole underwater ecosystem because of the tonnes of fertilizer that runs off into them with the rainfall, coming from the new industrial crops around them.

It is really sad to live and feel this desvastation and it is very easy to blame the people trying to get the resources they need to survive in this ravenous global society through these extractivistic developments. It is much harder to do something about it and admit that it is not the people of the sites, who is usually the one showing us how painful these destructive activities are, the one that supports the destruction of our mother earth.

It is not enough for us to get inro CSI mode and find out who felled the acres of forest to plant avocados, who plowed their truck over the pristine ecosystem to plant tomatoes or who sold their land to the minning corporation. It is moch more painful and and anguishing to do what we all know the tv detectives will never do, because they would find out that the responsibility lies within us, the audience; to follow the money. Nobody likes  to be reminded (as this post is about to do) that it is us, the consumers, who pay for the fuel on the tractors and the chainsaws; that when we go to the supermarket or the mall we promote this rampage.

According to data from the CIA, more than one half of the population of the planet lives in cities (55.3% in 2018) and in the territories between the walls at the usumacinta river and bravo river this is even worse. over 80% (80.2 as of 2018) of the population dominated from the capital in mexico city lives in cities and thus grows over 1.5% every year. The huge urban population we are supports everyday this destruction through our consumption. We do not see this brutality when we finance because it is mediated by the huge distribution chains of the world; but we do not produce food in the cities nor any natural resources, we exclusively consume and transform them (usually in shit and trash) and we, the 4.1 billion urbanites (55.3% of the 7.5 billion we are)  need that water, food, minerals and textiles and all the products whose making is the utimate cause of the devastation of our sacred lands, be delivered daily to the cities.

We can change this habits and stop scorching the sirface of our mother earth. It is not, as the fascist organizations that control the propaganda wat us to believe, about the massacre of millions of people so that the populations are manageable, nor is it about creating tiny reservations where humanity is forbidden. It is about applying our knowledge and the cultural and material resources we have already developed, to promote a way of life that does not justify the destruction of our mother earth nor of ourselves.

I know it seems impossible or at least really complicated, but the 15 billion hands we have could reforestate the planet before the year is over and those millions of wallets we use today to pay for the depletion of our planet can be used to pay fair prices for product made with love and care, closer to where we are so that we pollute our air less, made wothout expliotation so that we hurt less our souls and with the ecotechnics our brethren have developed through millenia so that the production regenerates the land instead od destroying it.

The alternatives are there, most of them are incipient, but htey are also strong and diverse. Each time we choose to use our purchasing power in them we are making them stronger, divesting from the economic flow that pays for the destruction into money flows that allow those that practice the alternative in their lives to do so more vigorously and with less suffering.

It is not about buying organic produce made by the exploitation of our brothers and sisters, because it makes no difference for the extractivistic model wether the immigrant slaves to the US pack and harves one variety  of tomatoes or another, nor is it about being Wlmar Vegans, today plenty organic and vegan markets are part of the same chain of abuse that avoid the suffering of some farm animals  in exchange for more abuse to the people harbesting the vegetables. But above al it is not a change we can undertake at a personal level. It is about regenerating our human networks and about non monetary interactions among people. It is about choosing what we do and how we do it, about being conscious of the implications of our actions. Its about commerce also, about how, while somewhere else in the world someone keeps buying the avocadoes there will always be someone willing to pay for the felling of our forests and the destruction of the Texcoco Lake to fly them to Japan.

#YoPrefieroElLago (#IPreferTheLake) because it is a holy place and a source of life to the territories I live in. I prefer the lake because our mother earth made it and because its flows and currents fed the lives and cultures of the previous generations that left the cultures and traditions that give us hopes of life and love for the coming millenia.

If the lake and the acolhua territories are to remain, we have to stop the airport. But the interests that pay for the airport are not in Atenco nor in Chicoloapan, it is not becuase the people in those territories is poor that thay are being destroyed. It is because the people in Asia, Europe and USA is rich and pays for the destruction with their trips to Cancún (not translated) and by buying avocados and tomatoes produced thanks to the destruction of our territories. When we get a new cellphone and buy one whose battery was made with soils stolen from Michoacán and when we consume i the internet the bullshit that keeps the rich rich we also finance, unconsciously, the airport of death.

We cannot atop buying food in the city bacause we cannot survive that long without food, we cannot simply abandon the internet either because it would still be there and under even better control from the 1%. But the alternatives are here; most of them are incipient, but thay are also stong and diverse. Aech time we choose to use aour purchasing power in them we make them stronger by deviating the money flows that finance the destruction into flows that allow those living the alternative in their daily lives to do so even more and with less hardship.

Small scale permacultural farms in and aroud the cities, cultural practices and habits that do not require human exploitation to support themselves, heling techniques that are harmonic to our human totality, that do not value the profit of big pharma over humanity. Non authoritative ways to learn and to arganize ourselves and altenative consumer markets like the cooperative la imposible are all part of the change that everyday grows around us so that, if we pay attention, we can change the structure behind our daily demand on the markets without much physical effort. Let us value that it is easier everyday to find craftspeople that produce alternatives to the chainmarkets made with care and attention and that do not support opression and death around the world. Let us pay more for these subjective values in our products and let us stop paying so much simply because the teller at the supermarket is not allowed to bargain.

If we organize we can do everything and each one on our own we have achieved nothing. Let us be the change we want to live in the world and let us remember that we nned to make room for all of us in this world.

A estas alturas ya sabemos que Twitter censura buena parte de su contenido, y que las dinámicas de verificación y promoción han permitido a varias técnicas de autoritarismo analógico migrar a la plataforma.

Minds.com me parece una plataforma más divertida, aunque no mucho más abierta que twitter. Antes sí lo era pero, igual que twitter, terminó reflejando las actitudes de su población dominante. Sin embargo igual que Steem me parecen divertidas como lo era 4chan en el sentido de que tenemos que soplarnos toneladas de basura pero podemos encontrar cosas interesantes y novedosas que quedan bloqueadas en las plataformas reguladas.

Creo óptima la variedad de plataformas, porque no todo el mundo quiere ver pendejadas dominando su timeline o tiene el estómago para soportar cualquier tipo de imagen (como en /b) pero por la misma diversidad no encuentro gente que siga los mismos contenidos virtuales que yo y eso limita la conversación cotidiana con cierta gente.

Twitter además es como facebook, en el sentido de que lo que pasa ahí sale hasta en las noticias. Entonces, como prefiero buscar las fuentes necesito buscar twitts.

Creo que hay más basura en twitter que en 4chan porque considero basura prácticamente todo lo que necesita promocionarse para llegar a la gente, si no hubiera promoción no sería necesaria, pero el capital regiría menos. Por otro lado, me he encontrado escuchando tremendas pendejadas como verdades porque las dijo alguien de la twittósfera, prefiero pendejear a quien la dice que a quien la repite.

Recuerdo técnicas de combate de hace seis años como twittear con cuentas robot los hashtags que te cagan para que el algoritmo lo bloquee, y técnicas como contar la cantidad de veces que te tiran un hashtag para darle la vuelta. Espero no acumular demasiada bilis en el proceso.

Vuelvo a twitter hasta nuevo aviso y aunque no trine a cada rato sepan que estoy leyendo.

[English at the bottom]

Continuación

¿Quieres un hijo domado? ¿Quieres una hija apretada? Pase por aquí por favor, para eso inventamos el sistema educativo. Siempre, en un negocio podemos tomar dos perspectivas, «el cliente tiene la razón» o «esto es lo que hay» y la decisión determinará si tu prioridad son los intereses de la clientela o los de la empresa (sus propietarixs). En el modelo educativo privado el cliente son los padres de lxs infantes a domar y en el modelo público es el estado. En el modelo público estamos jodidxs, porque el cliente es el estado y el proveedor del servicio es el estado así que formar fascistas es garantía, pero lo es, de hecho, en cualquier modelo «educativo» ya que la educación es en sí fascista.

A fin de cuentas, si lo piensas, la gente que va a la escuela suele mandar sus hijos a la escuela y la mayoría de la gente que no quiere mandar sus hijos a la escuela ha sido asesinada o relegada socialmente.

La idea de educación deriva de la lógica de la profesionalización, es decir, «estoy muy ocupado para hacer esto así que le pago a alguien para que lo haga por mi» que lleva  a pensar que la gente se vuelve mejor para hacer algo por cobrar su labor.

Es ridículo educar a la gente a menos que quieras que seamos iguales. Es decir, que estés en condiciones de ejercer violencia para sostener tus prejuicios e ideología. Por ejemplo, ¿cómo le podrías explicar lo importante que es la escuela a álguien que no ha ido? Ve a la escuela y ahí te van a explicar.  Hay muchas formas de violencia y todas sirven también para reprimir pensamientos y forzar tu opinión sobre los demás.

Escucharnos implica también aceptar que no tenemos razón, por razonables que sean nuestras opiniones y eso no se puede hacer sólo de dientes para afuera, tenemos que encontrar maneras de adaptarnos a que la gente sea diferente aunque nos parezca que se está equivocando. Tanto en el ámbito ideológico donde usamos la autoridad para imponer ideologías como en el personal. Convivir no se trata de impornernos sin violencia si no de aprender de las diferencias.

No importa si tengo tres años o cuarenta, nadie me puede obligar a pensar de una manera por la pendeja razón de que le parece importante y nadie tiene derecho a obligarme a aprender algo que no me interese. Nadie debe ser enseñado a leer por la fuerza, ni a ir  a la escuela, claro que si reconocemos que el trabajo es una estupidez tiene sentido que lxs adultxs alrededor de lxs niñxs tengan derecho a convivir con ellxs y por lo tanto aprender juntxs.

previous post (untranslated)

Want a tame child? Want a stuck up daughter? Come over here please, that’s what the educational system is for. In business we can always take two sides, «the client is always right» or «that’s what we have» and the choice will determine wether your priorities are on the interest of the clientele or of the enterprise (its owners). In the private education business the clients are the parents of the cildren to tame and in the public aducation model its the state. In the public model we’re fucked because the clientele is the state and it is also the service provider so that a fascist formation is assured (It actually is in any «education» model since education in itself is fascist).

At the end of the day people that went to school usually send their children to school and most people that didn’t go, or that dont want to send the children there, have been murdered or relegated.

The idea of education derives from a logic of professionalization, that is, «i’m too busy to do this so I’ll pay someone else to do it for me» which leads to thinking that people become better at doing something by charging to do it.

Educating people is ridiculous unless you want us all to be equal (identical). That is to say, unless you are able to use violence to support your prejudices and ideologies. For example, how would you explain how important it is to go to school to someone that has not been there? Go and they’ll teach you.

There are many kinds of violence, all of them are also useful to repress thought and to impose your opinion on others, But to listen to each other implies also to accept that we are not right, for reasonable that our arguments may be. And the time is over to talk about that, we have to walk the walk. We have to find ways to adapt to people being different even if we think they are wrong. Both in the ideological plane, where we use authority to impose our ideologies and in the personal field. It’s not about  non violent imposition but about learning from the differences.

It doesn’t matter wether im four years old or forty, no one shall force me to think in a certain way for the bullshit reason that its important to them and no one has the right to force me to learn something im not interested in. Nobody shold be taught to read by force nor to go to school. But, of course, if we recognize that working is stupid it makes sense that adults around children have the right to be with them and thus to learn together.

http://telegra.ph/Desde-el-Kurdist%C3%A1n-Sirio-MENSAJE-URGENTE-DE-UN-COMPA%C3%91ERO-ANARQUISTA-EN-AFRIN-01-23